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Cuando las vacunas no son buenas noticias: el futuro de Zoom (y otras ‘tech’) poscovid

Cuando las vacunas no son buenas noticias: el futuro de Zoom (y otras 'tech') poscovid

Las compañías que se beneficiaron del encierro y la nueva normalidad se enfrentan ahora al reto de retener lo ganado con la inmunidad en el horizonte. ¿Cómo lo lograrán?

Eric Yuan, CEO de Zoom, el día de su salida a bolsa en 2019.

Por Michael Mcloughlin

Ha sido tan omnipresente en la vida de millones de personas durante los meses más duros de la lucha contra el covid-19 que su nombre ha servido para definir uno de los efectos secundarios de esta irrupción acelerada del teletrabajo. El ‘síndrome Zoom ha servido para definir no solo la fatiga de las videollamadas, sino también los problemas que no pocos experimentan a la hora de comunicarse con estos medios. Esta compañía, fundada en 2011 y de la que apenas se había oído hablar por estas latitudes, ha sido una de las grandes triunfadoras de la pandemia.

Su facilidad de uso empujó a que la tomasen como plataforma de cabecera no solo con fines laborales, sino para llenar las horas muertas manteniéndose en contacto con familiares y amigos. A finales de marzo, ya tenía 300 millones de sesiones diarias. Esa estadística daba fe de lo vertiginoso de su crecimiento: a finales de 2019, solo tenía una decena de millones de usuarios.

No dejó de engordar su parroquia en ningún momento, incluso cuando los escándalos en torno a privacidad y seguridad lo perseguían. Con todo ello, consiguió eclipsar a otras soluciones como Cisco Meeting (el fundador de Zoom, Erick Yuan, trabajó en la compañía), Teams de Microsoft, Hangouts… Y, obviamente, esto tuvo un efecto similar al de la hormona del crecimiento en su valor bursátil.

Pasó de estar en poco más de 110 dólares por acción a principios de marzo a rozar los 570 dólares en octubre, tras semanas de incertidumbre surgida tras algunos contratiempos en los ensayos de las farmacéuticas y las vacunas. Sin embargo, esa curva ascendente empezó a doblegarse progresivamente en otoño hasta perder el 40% de lo ganado.

Zoom, la más sensible a las buenas noticias

Evolución del precio por acción de diferentes valores bursátiles de empresas beneficiadas por la pandemia. La plataforma de videoconferencia es la que más % ha perdido.

 


La línea no dibujó una recta. Hubo subidas, pocas, y bajadas, bastantes. Un
efecto ‘sierra’donde los mayores retrocesos coincidían con buenas noticias sobre la vacuna. El 26 de octubre, cuando trascendió que Pfizer negociaba un contrato de distribución con la UE y esperaba tenerla lista en diciembre, cada título perdió casi 90 dólares en apenas cinco jornadas. Mayor fue el tropiezo del 1 de diciembre. En una sola sesión, la acción se dejó 70 dólares, coincidiendo con la publicación de los planes europeos para dar luz verde a las vacunas.

Las turbulencias de Zoom representan una paradoja que afecta a un buen puñado de tecnológicas. Tras beneficiarse e impulsar sus productos, servicios y negocios durante lo más crudo de la pandemia, tienen que enfrentar la esperanza palpable de aparcar la nueva normalidad y retornar a la vieja que dibujan los planes de vacunas. En resumen, muchas de estas empresas afrontan ahora el reto de retener lo ganado.

Esta imagen ha sido la tónica desde hace meses para muchas personas. (Foto: Reuters)

La plataforma de videoconferencias no es la única que ha experimentado esta situación. Un buen ejemplo es Netflixun refugio para muchos durante el confinamiento, o Amazon, del que tanto su división de comercio ‘online’ como AWS se vieron beneficiados. Ambos valores sufrieron pequeños retrocesos cuando los titulares y los informativos de medio mundo recogían buenas nuevas sobre el camino a la inmunidad contra el SARS-CoV-2. Pero nada parecido a lo que ha ocurrido con la empresa fundada por Yuan. “Muchas de esas categorías cuentan con un enorme motor de crecimiento que los hace ganadores, más allá de la ocasión que presenta la pandemia”, opina a este respecto Virginia Pérez, responsable de Renta Variable de Tressis.

“Lo que hemos vivido ha sido coyuntural para algunos. Pero hay que tener en cuenta que la transformación digital no va a parar. Todo va a ir a más. Incluso cuando se recupere la normalidad, hay empresas que han estado a medio gas o casi paradas que van a tener que enfrentar esos procesos de virtualización, por lo que queda todavía recorrido”, añade esta especialista, que pone el ejemplo de los videojuegos, un sector que lleva décadas presentando crecimientos anuales del “10 o el 15%”: “Eso no se va a desplomar”.

Servicios integrados 

“La diferencia de una empresa como Zoom es que está más expuesta a la vuelta a una normalidad que entendemos como tradicional. Y no solo por el tema de las reuniones profesionales, sino también por las de tipo personal, que han sido el gran ‘boom’ que ha empujado su buen funcionamiento”, apunta Diego Jiménez-Albarracín, responsable de Renta Variable de Deutsche Bank España. “Más allá de las videoconferencias, tienen poca cosa más. Que la gente vuelva a reunirse, a una empresa como Microsoft apenas le importa. Tiene Skype o Teams, pero tiene muchísimas otras líneas de negocio que en absoluto se ven afectadas. Y eso puede ser aplicable a otras tantas compañías”.

Zoom está más expuesta porque es a la que más le afecta volver a la vieja normalidad

“El negocio ha cambiado de las videollamadas y no es equiparable a la situación previa. Se ha hecho una inversión tremenda en equipos para prepararse para el teletrabajo”, dice Alberto de Torres, profesor de ESIC y CEO de la consultora Nektiu. “La particularidad de Zoom, a diferencia de otros, es que tiene que encontrar su hueco de mercado. No es el único: las empresas que se dedican solo a una cosa muy específica en esta industria acaban siendo de nicho”, añade, subrayando que la tendencia es que las soluciones se comercialicen en “servicios integrales” como hacen Microsoft o Salesforce, que recientemente adquirió Slack, una herramienta de comunicación para empresas, para fortalecer su oferta en este sentido.

Creo que va a poder competir en el corto plazo. Es intuitivo y ofrece una buena experiencia”, agrega De Torres. “Pero sus rivales están mejorando. Estos gigantes van más lentos, pero se están poniendo las pilas en lo que puede ser una carrera a medio plazo”. 

La especialización: ¿debilidad o no?

¿Es la especialización un problema? La respuesta para Virginia Pérez es “depende”: “Todo gira en torno a las barreras y la especialización que tenga lo que haces”. Pone sobre la mesa el caso de DocuSign, una empresa californiana que permite suscribir acuerdos remotamente con diferentes tecnologías y servicios de firma electrónica, incluyendo un servicio de ‘notaría virtual’.

 Foto: DocuSign.

El año 2020 le ha sentado muy bien a esta cotizada, que ha pasado de 75 dólares por acción en marzo a casi 250 dólares en estos momentos. “Lo que ocurre es que no hay nadie que les pueda hacer la competencia bruta en los próximos años. Los rivales en el mundo de las videollamadas son muchos más y hay multinacionales con mucho músculo que tienen intereses en ello”, analiza esta experta.

Pero la cosa no va solo de peces gordos. RingCentral —una empresa de soluciones corporativas también muy beneficiada estos meses— también ha creado una ‘app’ para competir con Zoom: “La amenaza es mucho más amplia en este caso”.

Pone otros ejemplos, como el de DocuSign, más allá de lo relacionado con el teletrabajo: “Un caso a destacar es Synopsys. Hacen algo tan específico como es el ‘software’ para el diseño electrónico de semiconductores. Y son los reyes. De acuerdo que la pandemia les ha venido bien, pero su actividad sigue, es algo sustancial y si alguien quiere competir, no lo tiene fácil. Ser un especialista no significa estar en una posición de desventaja”. 

El CEO de Zoom, el día de su salida a bolsa. (Reuters)

Diego Jiménez-Albarracín no cree que a Zoom se le pueda considerar “pequeño” aunque solo se dedique a una pequeña parte de la industria de las comunicaciones. “Ha pasado de capitalizar unos 20.000 millones a capitalizar 100.000”, comenta. Este especialista en mercados señala que, aunque su éxito corra el riesgo de ser más efímero que el de otros, se les abre una nueva oportunidad: la de diversificar su negocio.

La plataforma ya ha anunciado sus planes para lanzar dos servicios: uno de calendario y otro de ‘e-mail’. “Esto se puede producir orgánicamente, es decir, creando líneas de negocio y productos. Pero también a golpe de adquisiciones”, explica. Y añade que Zoom se encuentra en una buena posición. El pasado ejercicio ingresó 380 millones. Se espera que 2020 concluya con unos ingresos de 2.000 millones. “Es una compañía sin apenas deuda y que deja márgenes bastante grandes, de hasta el 25%. Esto le deja en una buena situación para afrontar una compra de 10, 15 o 20.000 millones. Ahí no hablamos de una ‘startup’ cualquiera, hablamos de poder adquirir y absorber grandes plataformas”.

Un caso bastante particular

Los expertos consultados por Teknautas coinciden en que la situación de Zoom no es extrapolable a otras compañías que también sufrieron por las noticias positivas de las vacunas. “Es lógico que ahora que ya no pasamos tanto tiempo en casa, el mercado del entretenimiento sufra algo más, pero en mucha menor medida”, comenta Jiménez-Albarracín, quien cree que actividades como el comercio electrónico o las soluciones ‘cloud’ van a ser capaces sobradamente de retener ese crecimiento.

Foto: Reuters.

“La economía de suscripción estaba ahí. Netflix estaba consolidada antes de la pandemia”, comenta Virginia Pérez. ¿Por qué retrocede entonces? “Es normal, a todos estos valores se les exige un gran rendimiento trimestralmente. Si un trimestre flojea, pues los mercados les suelen penalizar”, argumenta, señalando que sus problemas vienen por otro frente en la industria. “La compañía tiene que gastar mucho dinero en producción propia y eso le genera un flujo de caja libre pequeño. Esas son las cosas en las que se tendrá que preocupar”.

Con los grandes gigantes ‘tech’, pasa más de lo mismo. “Es completamente lógico que Google o Facebook, además de Apple o Amazon, hayan salido beneficiadas”, comenta De Torres. “Tenían ya un dominio absoluto del mundo digital y estaban muy bien posicionadas para captar el negocio derivado de esas necesidades de la pandemia. Para ellas, todo va a seguir igual cuando se supere este escenario. Los peligros son de otra naturaleza”.

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